COGSHOP nació de una necesidad personal, de un vacío que parecía imposible de llenar. Debido a mi enfermedad, el tiempo se volvía un enemigo, un espacio sin propósito y sin esperanza.
Descubrí la pintura por números como un refugio, una forma de sentirme útil, de ocupar mi mente y, por momentos, olvidar el dolor crónico. Lo que comenzó como un pasatiempo se convirtió en una pasión y en el alma de COGSHOP.
Hoy, mi deseo es compartir esa misma sensación con los demás: que cada pincelada traiga calma, que cada color aporte un rayo de luz y que cualquier persona, sin importar su situación, encuentre en el arte un motivo para seguir creando.
Bienvenidos a COGSHOP, un espacio donde la creatividad sana el alma.
Necesitamos su consentimiento para cargar las traducciones
Utilizamos un servicio de terceros para traducir el contenido del sitio web que puede recopilar datos sobre su actividad. Por favor revise los detalles en la política de privacidad y acepte el servicio para ver las traducciones.